Reloj biológico.
Algunas mujeres se inclinan por hacerlo durante la juventud, mientras que otras ven las edades más avanzadas con mejores posibilidades. Son muchos factores a la hora de edificar una familia.
Está claro que salir embarazada a los 30, o incluso a los 40, socialmente tiene sus ventajas. Socialmente a esa edad ya han acabado sus estudios sus carreras y tiene un puesto de trabajo y una economía estable.
Pero todos estos son aspectos sociales y personales entran en conflicto directo con lo que dicta la naturaleza. Basado en el conocimiento disponible, la mejor edad para tener hijos, desde el punto de vista biológico, es cualquier momento dentro de los 20. Existen innumerables razones que sustentan este argumento.
La mujer alcanza el pico de su fertilidad entre los 20 y los 30. De hecho tiene 33 % de probabilidades de salir embarazada sin usar ningún método anticonceptivo durante el periodo de ovulación. Sin embargo, los estudios muestran que después de los 30 estas probabilidades descienden al 20 %. Solo un 6% de las mujeres tiene dificultades para concebir en los 20, mientras que a un 64 % de las mujeres en sus 40 le es difícil quedar embarazada.
Después de los 30 el organismo comienza a declinar y se hace más difícil mantenerlo en óptimas condiciones. Lo mismo sucede con los óvulos. Por eso las probabilidades de alteraciones en los cromosomas aumenta con la edad. Por ejemplo, las probabilidades de tener un hijo con Síndrome de Down en una embarazada en sus 20 es de 1 en 2 000, en los 30 es de 1 en 900 y en los 40 es de 1 en 100.
También está comprobado que tener hijos en los 20 disminuye los riesgos de desarrollar cáncer ovárico y de seno, sin mencionar una recuperación más eficiente y un menor chance de desarrollar las indeseables estrías en la piel.
Después de dar a luz, la juventud también hace la diferencia. La mujer en los 20 tiene mucha más capacidad física para enfrentar las malas noches y continuar sus labores durante el día. También cabe mencionar que el vacío generacional con respecto a sus hijos, e incluso los nietos, es mucho menor. Este aspecto cobra mucha importancia en tiempos donde los cambios sociales y tecnológicos están ocurriendo cada vez más rápido.
Luz
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